Para ella, ser apodada “la friki de los vampiros” en la escuela es sólo un detalle o de eso se intenta convencer; su novio, hastiado de su fanatismo la cambió por un balón de fútbol y la mitad de la clase la mira con una mezcla de lástima y burla, porque después de todo:
« ¿Quién quiere ser normal cuando puedes ser única?»
Por supuesto, todas esas expectativas se fueron a la basura, una noche en que –a su parecer- pasó algo sorprendente. La noche en que Mica se dio cuenta que los vampiros son más que sexo y besos:
A veces que te muerdan, no es excitante ni dulce, a no ser que se le pueda llamar dulce a un bastardo desgarrando tu cuello.
Y a veces tienes que tener cuidado con lo que deseas... porque se puede hacer realidad.